sábado, mayo 08, 2004


jaime lopez

a la orilla de la carretera
la mujer de blanco
me pidio un aventon

yo no se si fue el cansancio
pero ella me hablo
y dijo asi

buena suerte a los camioneros perdidos que son la salvacion de las almas que arrastra el olvido y desaparecio


gavino palomares

del mar los vieron llegar mis hermanos emplumados

el dios habia llegado...
por temor a lo ignorado

al mirar correr la sangre se llenaron verguenza
los dioses ni comen ni gozan con lo robado

la grandeza del pasado

se nos quedo el maleficio de brindar al extrangero nuestra fe nuesta cultura nuestro pan nuestro dinero

hoy
en pleno siglo veinte nos siguen llegando rubios y les habrimos la casa y los llamamos amigos
pero si llega cansado un indio de handar la sierra lo humillamos y lo vemos como extraño por su tierra

tu hipocrita que te muestras humilde ante el extrangero pero te vuelves sobervio con tus hermanos del pueblo

viva el amor y la paz vivan las institucionesreinare con mi dinero en este pueblo sin pantalones

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viejos chales

millas