Cada gotita del cristalino liquido caliente,
se la restegaba con mucha ternura
ella con las piernitas abiertas lo disfrutaba.
-me encanta como te mojas. Gemía.
Seguía, y seguía untándole las gotitas que iban saliendo..., hasta que consentía en que la penetrara.
atrapado entre sus labios estaba en casa...

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